20.12.10

VIDEO MUSICAL CRISTIANO: Willian Nascimento Posso / Clamar Até tocar o céu


Cristo tiene dominio sobre todas las criaturas y puede usarlas como le plazca. Tiene los corazones de todos los hombres bajo su ojo y en su mano. Los triunfos de Cristo, y las jubilosas alabanzas de sus discípulos, afligen a los orgullosos fariseos que son enemigos suyos y de su reino. Como Cristo desprecia el desdén de los soberbios, acepta las alabanzas del humilde. Los fariseos quisieron silenciar las alabanzas a Cristo, pero no pueden puesto que Dios puede levantar hijos para Abraham aun de las piedras, y volver el corazón de piedra hacia Él, para sacar alabanza de las bocas de los niños. ¡Cómo van a ser los sentimientos de los hombres cuando el Señor regrese en gloria a juzgar el mundo!

David depende totalmente de Dios. Los creyentes más eminentes deben repetir frecuentemente la oración del publicano: “Dios, sé propicio a mí, pecador”. Pero si nuestras almas confían en el Señor, eso nos asegura, cuando estamos en peligro extremo, que nuestras calamidades serán superadas, y mientras tanto, por la fe y la oración debemos refugiarnos en Él. Aunque Dios es el Altísimo, condesciende al punto de preocuparse que todas las cosas ayuden a bien a su pueblo. Esta es una buena razón de por qué debemos orar fervorosamente. Adonde quiera que miremos en esta tierra, el refugio falla, y no hay ayuda, pero podemos esperarla del cielo. Si hemos huido de la ira venidera a Jesucristo, el que hizo todo lo necesario para comprar la salvación de su pueblo, hará por nosotros y en nosotros todas las cosas necesarias para que las disfrutemos.
Hizo que David se desanimara pensando que habría quienes le tenían muy mala voluntad. Pero la maldad que ellos maquinaron en su contra, se volvió contra ellos mismos. Cuando estaba en la mayor angustia y desgracia, David no oró: Señor, exáltame, sino, Señor, exalta tu nombre. Nuestro mejor aliento al orar lo tomamos de la gloria de Dios, y en todas nuestras peticiones de misericordia debemos considerar eso más que nuestro propio consuelo.

18.12.10

Reflexión 1 : Jesús murió por mis Pecados

Isa 53:3  Despreciado y desechado entre los hombres,  varón de dolores,  experimentado en quebranto;  y como que escondimos de él el rostro,  fue menospreciado,  y no lo estimamos.
Isa 53:4  Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,  y sufrió nuestros dolores;  y nosotros le tuvimos por azotado,  por herido de Dios y abatido.

Isa 53:5  Mas él herido fue por nuestras rebeliones,  molido por nuestros pecados;  el castigo de nuestra paz fue sobre él,  y por su llaga fuimos nosotros curados.

En estos versículos hay un relato de los sufrimientos de Cristo; también del propósito de sus sufrimientos. Fue por nuestros pecados y en nuestro lugar que nuestro Señor Jesús sufrió. Todos hemos pecado y caído de la gloria de Dios. Los pecadores tienen su pecado favorito, su propio mal camino que aprecian. Nuestros pecados merecen todas los castigos y dolores, hasta los más severos.
Somos salvados de la ruina a la cual nos obligamos por el pecado, cuando echamos sobre Cristo nuestros pecados. Esta expiación iba a ser hecha por nuestros pecados. Este es el único camino de salvación. Nuestros pecados fueron las espinas en la cabeza de Cristo, los clavos en sus manos y pies, la lanza en su costado. Fue entregado a la muerte por nuestras ofensas. Por sus sufrimientos adquirió para nosotros el Espíritu y la gracia de Dios para mortificar nuestras corrupciones, que son las insanías de nuestra alma. Bien podemos soportar nuestros sufrimientos más leves, porque Él nos ha enseñado a estimar todas las cosas como pérdida por amor a Él y a amar al que nos amó primero.

Un misionero se estaba esforzando en hacer comprender a los nativos de aquella aldea africana, cómo el poder de la sangre de Jesús basta para limpiarnos de todos nuestros pecados, sin adición ninguna de dogmas ni ceremonialismos. Al fin, una mujer se acercó a él, y con pena le confesó: “Señor; pero mis pecados son tantos como las arenas en la ribera del mar.  ¿Puede Jesús borrarlos todos?”. El misionero contestó: “Id pues, a la orilla del agua, y levantad un montón de granitos de arena.  Luego sentaos cerca y esperad.  Veréis lo que sucede”. La mujer quedó pensando un instante y por fin exclamó: “¡Ya lo veo! ¡ya lo veo! Como la mar se llevaría todo el montón, así también la sangre de Jesús me lava de todo mi pecado…!”




14.12.10

Predica en Video: El Discipulado radical, completo y verdadero

Rom 1:16  Porque no me avergüenzo del evangelio,  porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;..

 No me avergüenzo... El salvador proclamado por Pablo es un judío crucificado, un carpintero desconocido. ¡Cuántas veces la gente se burló de Pablo, cuando les hablaba de ese condenado que había salido del sepulcro para ser juez de toda la humanidad!

Dios interviene de una manera mucho más poderosa para transformar a los hombres y la historia doquiera se proclame el Evangelio.

 Para nosotros se trata primero de renunciar a construir solos nuestra vida, y de ponernos en manos de Dios mediante la fe.

El apóstol expresa en estos versículos el propósito de toda la epístola, en la cual plantea una acusación de pecaminosidad contra toda carne; declara que el único método de liberación de la condena es la fe en la misericordia de Dios por medio de Jesucristo y, luego, edifica sobre ello la pureza del corazón, la obediencia agradecida, y los deseos fervientes de crecer en todos esas gracias y temperamentos cristianos que nada, sino la fe viva en Cristo, puede producir.
Dios es un Dios justo y santo, y nosotros somos pecadores culpables. Es necesario que tengamos una justicia para comparecer ante Él; tal justicia existe, fue traída por el Mesías, y dada a conocer en el evangelio: el método de aceptación por gracia a pesar de la culpa de nuestros pecados. Es la justicia de Cristo, que es Dios, la que proviene de una satisfacción de valor infinito. La fe es todo en todo, en el comienzo y en la continuación de la vida cristiana.

la Pregunta es... ¿ Que es el Cristianismo para ti ?  ¿ Es obtener solo privilegios ó es responsabilidad ?

 El Rdo. Josué Yrion es un evangelista internacional que a su edad ha logrado un reconocimiento destacable. Ha predicado a millones de personas en 71 países en todos los continentes del mundo en la unción del Espíritu Santo. Esto ha resultado en la salvación de multitudes para Cristo. En 1985 estuvo en la Unión Soviética y regresó a predicar a Rusia en 1993 en una base militar soviética en Moscú, adonde su ministerio llevó dieciséis mil Biblias. Ha recibido muchos honores incluyendo la medalla del Congreso chileno y una placa del gobierno de Chile como Hijo y Visita Ilustre de Viña del Mar. Fue el primer ministro latinoamericano en predicar en una cruzada en Madras (Chennai), India, donde setenta mil personas fueron testigos del poder de Dios a través de milagros y prodigios. Reside con su esposa Damaris y sus hijos Kathryn y Joshua Yrion en Los Ángeles, California, EE.UU.

13.12.10

Nuestra Ciudadania Celestial

Poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Mussolini, el dictador italiano, dio una orden según la cual los italianos ya no podrían emigrar a América.

       En esa época dos hombres oriundos de Italia que vivían desde hacía mucho tiempo en los Estados Unidos se hallaban en su patria. Uno de ellos era un importante banquero que hablaba un inglés impecable y tenía importantes relaciones comerciales. El otro era un agricultor que tenía dificultades para expresarse en inglés.

       Después del decreto de Mussolini, ambos se esforzaron por volver rápidamente a América, pero sólo uno obtuvo el permiso. Curiosamente y a pesar de las apariencias, fue el agricultor.

       El campesino había adquirido la ciudadanía americana, por eso el decreto del dictador no lo afectaba. El banquero, en cambio, había permanecido con la nacionalidad italiana y tuvo que quedarse en Italia. Sus protestas, sus riquezas, sus conocimientos del idioma y sus negocios no pudieron cambiar nada.

       Algo parecido ocurre con la pregunta de cómo se puede entrar en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, es decir, en el cielo. Se puede llevar exteriormente una vida cristiana y tener buenas relaciones con los creyentes, quizás estar familiarizado con el lenguaje de la Escritura, pero todo esto no da derecho al cielo. La ciudadanía de los cielos sólo se puede obtener por la fe en Jesucristo y en su obra expiatoria.

       "Ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios" (Efesios 2:19).

7.12.10

Cantos Cristianos de Reflexión

Musica Cristiana, Musica Cristiana para escuchar, Escuchar Musica Cristiana, Oir Musica Cristiana, Reproducir Musica Cristiana, Musica Cristiana Escuchar, Musica Cristiana para oir, Escucha Musica Crisitiana, Para escuchar Musica Cristiana



Se nos enseña nuestro deber para con Dios en nuestros principios y en la práctica. Tenemos que temer al Señor nuestro Dios. Debemos amarle y deleitarnos en la comunión con Él. Debemos andar por los caminos que Él nos ha preparado para caminar. Debemos servirle con todo nuestro corazón y alma. Lo que hagamos en su servicio hemos de hacerlo con gozo y buena voluntad. Hemos de obedecer sus mandamientos. Hay verdadera honra y placer en la obediencia. Debemos rendir honor a Dios; y a Él tenemos que unirnos como alguien a quien amamos, en quien nos deleitamos y confiamos, y en quien tenemos grandes esperanzas.
Aquí se nos enseña nuestro deber para con el prójimo. Los dones comunes de Dios para la humanidad nos obligan a honrar a todos los hombres. Los que han pasado por dificultades y hallaron la misericordia de Dios, deben estar dispuestos para mostrar bondad a los que estén en la misma dificultad.
Aquí se nos enseña nuestro deber para con nosotros mismos. Circuncidad vuestros corazones. Desechad todos los afectos e inclinaciones corruptos que os estorben para temer y amar a Dios. Por naturaleza no amamos a Dios. Este es el pecado original, la fuente de la cual procede nuestra maldad; la mente carnal es hostil a Dios porque no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede, en verdad; de manera que, los que andan en la carne no pueden agradar a Dios, Romanos viii, 5-9. Vamos sin demora y sin reservas a unirnos a nuestro Dios, reconciliado en Jesucristo, para que le amemos, sirvamos y obedezcamos en forma aceptable, y para que seamos diariamente transformados a su imagen, de gloria en gloria, por el Espíritu del Señor. Considerad la grandeza y la gloria de Dios, su bondad y su gracia; estas nos convencen de nuestro deber. —¡Bendito Espíritu! Oh, por tus influencia purificadora, perseverante y renovadora, que llamados a salir del estado de extranjeros, como eran nuestros padres, seamos hallados en el número de los hijos de Dios y que nuestra suerte esté entre los santos.

3.12.10

Predica en Audio: Dios está contando contigo

Mar 16:15  Y les dijo:  Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.






ANUNCIAR LAS BUENAS NUEVAS

Anuncien la Buena Nueva a toda la creación. Es la semilla que se sembrará en el mundo y producirá frutos a su debido tiempo en todos los campos de la actividad humana. Los que se salvan no son , ni tampoco individuos aislados. Los que han sido renovados por el bautismo anuncian el Evangelio a la creación en todas sus actividades y trabajos, siendo el fermento que transforma la historia de la humanidad.

Las pruebas de la verdad del evangelio son tan completas que los que no las aceptan, pueden ser justamente reprendidos por su incredulidad. Nuestro bendito Señor renueva la elección de los once como apóstoles suyos y les encarga la misión de ir a todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura. Sólo el que es verdadero cristiano será salvo por medio de Cristo. Simón el mago profesó creer, y fue bautizado, pero se declaró que estaba en los lazos de la iniquidad: léase su historia en Hechos viii, Vv. 13-15. Sin duda esta es una declaración solemne de la fe verdadera que recibe a Cristo en todos sus caracteres y oficios, y para todos los propósitos de la salvación, y produce su buen efecto en el corazón y la vida; no el simple asentimiento, que es fe muerta y no da provecho. La comisión de los ministros de Cristo se extiende a toda criatura de todo el mundo, y las declaraciones del evangelio contienen no sólo verdades, exhortaciones y preceptos, sino también advertencias temibles. Osérvese con qué poder fueron dotados los apóstoles, para confirmar la doctrina que iban a predicar. Estos fueron milagros para confirmar la verdad del evangelio, y medios para difundirlo en las naciones que no lo habían oído.

   EL NOMBRE DE JESUS   Al resucitar Jesús, su naturaleza humana empieza a participar plenamente de la gloria divina. Jesús es ahora Hijo de-Dios-con-poder (Rom 1,4), y nos pide que creamos en su Nombre o sea, en el poder divino que acaba de recibir y que actúa en él.   El Nombre es un término que significa poco para nosotros, pero para los judíos significaba la presencia activa de Dios. Este término permitía hablar de la presencia misteriosa de Dios sin desmedro de su grandeza. Por ejemplo, la Biblia no dice que Dios caminaba con los hebreos hacia la Tierra Prometida (sabemos que Dios no va caminando); en cambio dice que su Nombre (Núm 6,27) o su Rostro (Ex 33,15), o su Angel (Ex 23,23) estaba en medio de ellos. Dios no podía encerrarse en un Templo de piedras, pero la Biblia decía que su Nombre residía en aquel lugar para bendecir desde allí todas las actividades de su pueblo (1 R 8,27 y 29).   El Nombre pues, significaba el poder o la presencia divina. Y Pablo dice que Jesús resucitado ha recibido un Nombre que supera todo otro nombre (Fil 2,9). Dios Padre se lo ha comunicado, y Jesús, que lo recibe del Padre, no es menos que él todo lo que es del Padre es ahora suyo. Jesús no recibe solamente un título o una gloria divina, pues la Gloria divina no podría darse a ningún otro que a Dios; si él recibe un título divino (ya anunciado en Is 9,5), es porque en realidad ya había recibido del Padre la Divinidad, o sea, su mismo Ser divino.   Jesús, pues, es Dios igual que el Padre, pero lo es de un modo diferente, porque todo lo recibe del que todo lo tiene. Por eso también está escrito que su Nombre es El Hijo (Heb 1,4). Y cuando nos dirigimos al Padre invocando el Nombre de Jesús, esto significa mucho más que ampararnos con sus méritos (Heb 5,9) o valernos de su poderosa intercesión (Heb 7,25); en el Nombre de Jesús nos presentamos como hijos, sabiendo que Dios nos abraza en el mismo amor paterno que tiene a su muy Amado (Ef_1,6).   En adelante el Señor Jesús somete poco a poco, con poder divino, la historia de los hombres y el recorrido personal de cada uno de nosotros. Los discípulos son enviados al mundo para sanarlo y santificarlo. Los milagros y sanaciones, cuya importancia se enfatiza en este párrafo, no son el fin, sino señales y medios; el fin de la evangelización es que toda la creación se reúna en torno a la Persona del Hijo de Dios hecho hombre, por obra de su Espíritu. .   Estas señales acompañarán a los que crean (17). Los Hechos de los Apóstoles relatan algunas de estas señales y milagros en los primeros años de la Iglesia. Hoy se siguen verificando, con otras más, en todos los lugares en que los cristianos toman en serio su misión de evangelizar a la creación.

30.11.10

Predica en Video: Como vencer el miedo

Jos 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

La Biblia emplea numerosos términos para referirse al temor. Los más comunes son los siguientes:

a. El temor santo

Proviene de la conciencia que del Dios vivo tiene el creyente. Según Lutero, el hombre natural no puede temer a Dios perfectamente; según Rudolf Otto, es “completamente incapaz de temblar (grauen) o sentir horror en el sentido real de la palabra”. El temor santo, por otra parte, proviene de Dios y capacita al hombre para reverenciar su autoridad, obedecer sus mandamientos, odiar y evitar toda forma de maldad (Jer. 32.40; cf.cf. confer (lat.), compárese Gn. 22.12; He. 5.7). Además, es el comienzo (o principio regulador) de la sabiduría (Sal. 111.10); el secreto de la rectitud (Pr. 8.13); una de las características de las personas en las que Dios se deleita (Sal. 147.11), y el deber total del hombre (Ec. 12.13). Es, también, una de las cualidades divinas del Mesías (Is. 11.2–3).

En el ATAT Antiguo Testamento, en gran parte debido a las sanciones legales de la ley, a menudo se considera que la verdadera religión es sinónimo del temor de Dios (cf.cf. confer (lat.), compárese Jer. 2.19; Sal. 34.11, vss.vss. versión, versiones de Moffatt), y aun en la época del NTNT Nuevo Testamento se utilizaba la expresión “andar en el temor del Señor” en relación con los cristianos primitivos. A los adherentes gentiles de la sinagoga se los llamaba “temerosos de Dios” (Hch. 10.2, etc.; cf.cf. confer (lat.), compárese Fil. 2.12).

En el NTNT Nuevo Testamento, sin embargo, generalmente se recalca el concepto de un Dios amante y perdonador, que por medio de Cristo otorga a los hombres un espíritu filial (Ro. 8.15), y les permite encarar la vida (2 Ti. 1.6–7) y la muerte (He. 2.15) sin temor. No obstante, siempre queda un temor reverente, porque no ha cambiado la grandiosidad de Dios y llegará el día en que seremos juzgados (2 Co. 5.10s). El temor de Dios estimula al creyente a buscar la santidad (2 Co. 7.1), y se refleja en su actitud hacia sus hermanos en la fe (Ef. 5.21).

b. Temor servil

Es, estrictamente, consecuencia natural del pecado (Gn. 3.10; Pr. 28.1), y puede venir como castigo (Dt. 28.28). Félix lo sintió cuando oyó predicar a Pablo (Hch. 24.25), y lo sienten los que rechazan a Cristo, para quienes sólo hay “un temeroso juicio” (He. 10.27, °nc°nc E. Nácar Fuster, A. Colunga, Sagrada Biblia, 5ª eds. 1953, 31; cf.cf. confer (lat.), compárese Ap. 21.8). Aunque en sí no es bueno, a menudo el Espíritu se sirve de este temor para la conversión de los hombres (Hch. 16.29ss, etc.).

c. El temor a los hombres

Puede expresarse como: (i) pavor reverencial y una consideración especial hacia otros hombres, en cuanto amos y magistrados (1 P. 2.18; Ro. 13.7); (ii) horror ciego de ellos y de lo que puedan hacer (Nm. 14.9; Is. 8.12; Pr. 29.25); y (iii) en un sentido muy peculiar preocupación cristiana por ellos, ante la posibilidad de que sean arruinados por el pecado (1 Co. 2.3; 2 Co. 11.3; Col. 2.1). Es posible librarse de este tipo de temor, al igual que del temor servil mencionado en (b), por medio del verdadero amor a Dios (1 Jn. 4.18).

d. El “temor” como objeto del temor

Se utiliza el vocablo temor en otro sentido, como en Gn. 31.42, 53, pasaje en el que se llama a Dios “temor de *Isaac”, e. d.e. d. es decir el Dios a quien temía y adoraba Isaac. Su “temor”, aquello que los aterrorizaba, recae sobre los malvados (Pr. 1.26–27; 10.24; cf.cf. confer (lat.), compárese Is. 66.4). Cuando los hebreos entraron en la tierra prometida, Dios envió su temor delante de ellos, destruyendo y esparciendo a los cananeos, o impresionándolos de tal manera con su temor que su espíritu se desvanecía y se volvían incapaces de resistir al invasor (Ex. 23.27–28). El temor en este sentido también se encuentra en Job 4.6 (cf.cf. confer (lat.), compárese 9.34; 13.21): “¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es tu esperanza la integridad de tus caminos?”

Predica en Audio: No hay condiciones perfectas

Mat 19:26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. Mar 9:23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

El padre del joven sufriente mostró la falta de poder de los discípulos; pero Cristo hace que atribuya su desilusión a la falta de fe. Mucho se promete si creemos. Si tú no puedes creer, es posible que tu duro corazón sea ablandado, curadas tus enfermedades espirituales, y débil como eres, puedes resistir hasta el fin.

Los que se quejan de incredulidad, deben mirar a Cristo pidiendo gracia que les ayuda contra eso, y su gracia será suficiente para ellos. A quién Cristo sana, lo cura eficazmente. Pero Satanás no quiere ser expulsado de quienes han sido sus esclavos por mucho tiempo, y cuando no puede engañar o destruir al pecador, le causa todo el terror que puede. Los discípulos no deben pensar que siempre harán su obra con la misma facilidad; algunos servicios exigen algo más que dolores corrientes.


El evangelio es la riqueza más grande en todo lugar donde esté. Por tanto, así como el justo rechazo de los judíos incrédulos fue la ocasión para que una multitud tan inmensa de gentiles se reconciliara con Dios, y tuviera paz con Él, la futura recepción de los judíos en la Iglesia significará un cambio tal que se parecerá a la resurrección general de los muertos en pecado a una vida de justicia.
Abraham era la raíz de la Iglesia. Los judíos eran ramas de este árbol hasta que, como nación, rechazaron al Mesías; después de eso, su relación con Abraham y Dios fue cortada. Los gentiles fueron injertados en este árbol en lugar de ellos, siendo admitidos en la Iglesia de Dios. Hubo multitudes hechas herederos de la fe, de la santidad y de la bendición de Abraham. El estado natural de cada uno de nosotros es ser silvestre por naturaleza. La conversión es como el injerto de las ramas silvestres en el buen olivo. El olivo silvestre se solía injertar en el fructífero cuando éste empezaba a decaer, entonces no sólo llevó fruto, sino hizo revivir y florecer al olivo decadente. Los gentiles, de pura gracia, fueron injertados para compartir las ventajas. Por tanto, debían cuidarse de confiar en sí mismos y de toda clase de orgullo y ambición; no fuera a ser que teniendo sólo una fe muerta y una profesión de fe vacía, se volvieran contra Dios y abandonaran sus privilegios. Si permanecemos es absolutamente por la fe; somos culpables e incapaces en nosotros mismos y tenemos que ser humildes, estar alertas, temer engañarnos con el yo, o de ser vencido por la tentación. No sólo tenemos que ser primero justificados por fe, pero debemos mantenernos hasta el final en el estado justificado sólo por fe, aunque por una fe que no está sola sino que obra por amor a Dios y el hombre.

26.11.10

Predica en Audio: Ropas nuevas

Apoc. 3:5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.






Esperamos ser de Bendición para sus vidas, Familias é Iglesias., Amén. Sierva de Dios:
Elizabeth Hernández L.
Pastora - Conferencista


Los cristianos fieles merecen nuestra atención y respeto; debemos notar al justo. Los que obtendrán conocimiento no deben avergonzarse al procurar instrucción de quien la pueda dar. El camino al cielo pasa por muchas tribulaciones, pero la tribulación, por grande que sea, no nos separará del amor de Dios. La tribulación hace que el cielo sea más bienvenido y más glorioso. No es la sangre de los mártires, sino la sangre del Cordero la que puede lavar el pecado, esta es la única sangre que emblanquece y limpia las ropas de los santos.
Ellos son felices en su empleo; el cielo es un estado de servicio pero sin sufrimiento; es un estado de reposo aunque no de pereza; es un reposo que alaba y deleita. Ellos han tenido penas y han derramado muchas lágrimas por el pecado y la aflicción, pero el mismo Dios, con su mano de gracia, enjugará todas esas lágrimas. Los trata como padre tierno. Esto debe sostener al cristiano bajo todas sus aflicciones. Como todos los redimidos deben por completo su dicha a la misericordia soberana, así la obra y la adoración de Dios su Salvador es su elemento; su presencia y favor completan la dicha de ellos, ni pueden concebir otro gozo. Que a Él acuda todo su pueblo; que de Él reciban toda la gracia que necesitan; y que a Él ofrezcan toda la alabanza y la gloria.

22.3.10

Reflexión: Tentaciones



Cada tentación es una oportunidad para hacer el bien...

En nuestro caminar hacia la madurez espiritual las tentaciones
pueden convertirse en un escalón más en nuestro crecimiento en vez
de piedra de tropiezo cuando escogemos hacer lo bueno en lugar
de pecar.
Dios desarrolla el fruto del Espíritu (amor, alegría, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y auto
control ), permitiéndonos experimentar circunstancias en las
que seremos tentados para producir la cualidad contraria a la
tentación.

Padre Celestial, cualquiera pude tener paz observando un
hermoso ocaso.
Ayúdame a experimentar paz verdadera confiando
en Ti a pesar de las circunstancias o cuando estoy siendo tentado
a preocuparme o tener miedo.
Ayúdame a ser paciente en medio de circunstancias que me obligan
a esperar o cuando estoy siendo tentado a enfadarme o a punto de explotar.
Ayúdame a hacer lo bueno, diciendo no al pecado y produciendo la cualidad
contraria a la tentación. Amén.

"Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir
aprobado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a
quienes lo aman". Santiago 1:12 (NVI).

Reflexión: Pruebas



Las tribulaciones me ayudan a crecer y acercarme a Dios...

Las experiencias más profundas de adoración ocurren en nuestros
días más obscuros, cuando tenemos el corazón destrozado, cuando
nos sentimos abandonados, cuando parece que no tenemos
opciones, cuando el dolor es grande y sólo nos queda mirar hacia
el cielo y clamar por auxilio.

Durante el sufrimiento pronunciamos las oraciones más sinceras,
autenticas y más sentidas con Dios. Los problemas nos obligan a
mirar a Dios y depender de Él más que a nosotros mismos.

Te doy gracias Señor pues se que detrás del sufrimiento,
dolor, soledad por el que paso, tienes el propósito de
forjar, moldear y purificar mi carácter.
Gracias te doy Señor porque se que usaras mis problemas para
cumplir tus propósitos en mí.
Adáptame Señor a las circunstancias por las que paso
para ser cada día más como Tu Hijo Jesucristo.

"Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien
de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo a
su propósito. Romanos 8:28 (NVI).

Reflexión: Palabra de Dios



La Palabra de Dios tiene poder para transformarme...

El Espíritu Santo utiliza la Palabra de Dios para hacernos
como el Hijo de Dios.
La Biblia es mucho más que una guía doctrinal.
La Palabra genera, fe, cambios, fortifica nuestro carácter,
imparte alegría, nos ilumina para superar la adversidad,
y vencer las tentaciones e infundir esperanza.

¿Qué es lo que Dios me ha dicho en su Palabra, que todavía no
he empezado hacer?

Acepto Señor a Tu Palabra como la guía de autoridad en mi vida,
la brújula en la que confiare como guía, el consejo que
escuchare para tomar decisiones sabías y la referencia para
evaluar todo.

Ayúdame a ser un hacedor de Tu Palabra, a poner
en práctica todo aquello que me has revelado através de
las Escrituras y deseas que haga o deje de hacer puesto que la
mayor bendición viene de obedecer la verdad y no sólo por
conocerla.

"Si vosotros permaneceréis en mi Palabra, seréis verdaderamente
mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres." Juan 8:31-32 (RVR60).

Reflexión: Madurez



Dios desea que madure en mi relación personal con Él...


La meta de Dios nuestro Señor es que desarrollemos
las características del carácter de Cristo.
El crecimiento no es automático.
Éste requiere un compromiso voluntario.


Debemos desear crecer, decidir crecer y esforzarnos por
crecer y buscarlo con persistencia.


El primer paso en nuestro crecimiento espiritual empieza al
cambiar nuestra manera de pensar.


Esto tiene dos facetas: La primera parte se refiere
en renunciar a los pensamientos inmaduros que son egoístas.


La segunda parte, para pensar como Jesús consiste en que empecemos
a reflexionar con madurez enfocándonos en otros y no en
nosotros mismos.


Padre Celestial dame la fortaleza y voluntad para comprometerme
a crecer y madurar en mi manera de pensar.
Revélame todos aquellos pensamientos inmaduros que son egoístas
y estorban en mí relación contigo.
Ayúdame a enfocar mi atención en las necesidades del prójimo para
ser una extensión de tu amor y gracia.
Revélame toda aquella rutina que va en contra de mi crecimiento
para abandonarla y forja en mí nuevos hábitos que me ayuden a
ser semejante a Cristo.


"Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir
y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que es grato, lo que es perfecto." Romanos 12:2 (DHH).

Reflexión: Buenas Obras



Estoy en la Tierra para aportar algo...


Dios nos diseño para que hiciéramos una diferencia con
nuestras vidas; añadir vida a la Tierra no quitársela.


La Biblia dice: "Dios nos creó para una vida de obras buenas,
las cuales ha preparado para nosotros." Efesios 2:10b (PAR).
Estas buenas obras son nuestro servicio.


No servimos a Dios por miedo, o culpa o por obligación, sino por
lo que ha hecho por nosotros.


En el momento que usamos las habilidades que Dios
nos doto para ayudar a otros, estamos cumpliendo su llamado.


Una de las razones primordiales de integrarnos a una Iglesia,
es para cumplir de forma práctica con nuestro llamado a servir
a otros creyentes.


¿Qué es lo que me impide aceptar el llamado
de Dios para servirle?


Ayúdame Señor a descubrir la asignación especial que debo
cumplir aquí en la Tierra. Ayúdame Señor a encontrar la función
y el significado como parte de la familia de Dios a la que
pertenezco. Te ofrezco mi vida como sacrificio vivo, dedicado
a tu servicio.


"Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que
la pongamos en práctica." Efesios 2:10 (NVI)