25.4.12

La marca de la Bestia 666



Apocalipsis 20:4  Y vi tronos,  y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar;  y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios,  los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen,  y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos;  y vivieron y reinaron con Cristo mil años.


He aquí un relato del reino de los santos por el mismo tiempo que Satanás esté atado. Los que sufren con Cristo reinarán con Él en su reino espiritual y celestial, en conformidad con Él en su sabiduría, justicia y santidad: esto se llama la primera resurrección con que serán solamente favorecidos todos los que sirvan a Cristo y sufran por Él. Se declara la felicidad de estos siervos de Cristo. 

Nadie puede ser bendecido sino los que son santos, y todos los que son santos serán bendecidos. Algo sabemos de lo que es la primera muerte, y es muy espantosa, pero no sabemos lo que es muerte segunda. Debe ser mucho más terrible; es la muerte del alma, la separación eterna de Dios. Que nunca sepamos lo que es: quienes han sido hechos partícipes de la resurrección espiritual, son salvos del poder de la muerte segunda. Podemos esperar que mil años sigan a la destrucción del anticristo, de las potencias idólatras y de los perseguidores, durante los cuales el cristianismo puro de doctrina, adoración y santidad, será dado a conocer en toda la tierra. 

Por la obra todopoderosa del Espíritu Santo, los hombres caídos serán creados de nuevo; y la fe y la santidad prevalecerán tan ciertamente como ahora dominan la incredulidad y la impiedad. Podemos notar con facilidad que cesará toda una gama de dolores, enfermedades y otras calamidades terribles, como si todos los hombres fuesen cristianos verdaderos y coherentes. Todos los males de las contiendas públicas y privadas terminarán, y la felicidad de toda clase se generalizará. Todo hombre tratará de aliviar el sufrimiento en lugar de agregar a las penas de quienes le rodean. Nuestro deber es orar por los días gloriosos prometidos, y hacer todo lo que en nuestros puestos públicos o privados puedan preparar para ellos.


Apocalipsis 13:11-18  Después vi otra bestia que subía de la tierra;  y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero,  pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella,  y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia,  cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales,  de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia,  mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada,  y vivió. Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia,  para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos,  pequeños y grandes,  ricos y pobres,  libres y esclavos,  se les pusiese una marca en la mano derecha,  o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender,  sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia,  o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento,  cuente el número de la bestia,  pues es número de hombre.  Y su número es seiscientos sesenta y seis.



Los que entienden que la primera bestia significa una potencia mundial, toman a la segunda también como poder perseguidor y usurpador que actúa con el disfraz de la religión y de la caridad hacia las almas de los hombres. Es un dominio espiritual que profesa derivar de Cristo y se ejerce, primeramente, en forma suave, pero luego habla como dragón. Su habla le traiciona, porque establece doctrinas falsas y decretos crueles que muestran que pertenece al dragón y no al Cordero. Ejerció todo el poder de la bestia anterior. Persigue el mismo objetivo: apartar a los hombres de la adoración del Dios verdadero y someter las almas de los hombres a la voluntad y al control de hombres. 

La segunda bestia ha ejecutado sus intenciones con métodos que engañan a los hombres para que adoren a la primera bestia en la nueva forma o semejanza hecha para esto, con prodigios mentirosos, milagros pretendidos, y por censuras severas. También, sin permitir el goce de derechos naturales o civiles por parte de quienes no adoren a esa bestia que es la imagen de la bestia pagana. Se hace algo que da autorización para comprar y vender y para ganancia y confianza, lo que les obliga a usar todo su interés, poder y trabajo en el fomento del dominio de la bestia, lo cual es significado por recibir su marca. Hacer una imagen de la bestia, cuya herida mortal fue sanada, sería dar forma y poder a su adoración, o requerir obediencia a sus órdenes. Adorar la imagen de la bestia implica someterse a las cosas que estampan el carácter de la marca y la vuelven imagen de la bestia.

El número de la bestia es dado como para mostrar la sabiduría infinita de Dios y ejercitar la sabiduría de los hombres. El número es número de hombre, calculado de la manera habitual de los hombres, y es 666. Permanece como misterio qué o quién está representado por esto. Este número ha sido aplicado en casi cada disputa religiosa y se puede dudar, razonablemente, si se ha descubierto ya su significado. Pero el que tiene sabiduría y entendimiento verá que todos los enemigos de Dios están numerados y marcados para destrucción; que el término de su poder pronto expirará y que todas las naciones se someterán a nuestro Rey de justicia y paz.


Apocalipsis 19:5-9  Y salió del trono una voz que decía:  Alabad a nuestro Dios todos sus siervos,  y los que le teméis,  así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud,  como el estruendo de muchas aguas,  y como la voz de grandes truenos,  que decía:  ¡Aleluya,  porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria;  porque han llegado las bodas del Cordero,  y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino,  limpio y resplandeciente;  porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo:  Escribe:  Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo:  Estas son palabras verdaderas de Dios.

Alabar a Dios por lo que tenemos es orar por lo que aún va a hacer por nosotros. Hay armonía entre los ángeles y los santos en este cántico triunfal.

Cristo es el Esposo de su Iglesia rescatada. Esta segunda unión será completada en el cielo, pero el comienzo del milenio glorioso (por el cual se significa el reino de Cristo, o estado de dicha por mil años en la tierra) puede ser considerado como la celebración de sus esponsales en la tierra. Entonces, la Iglesia de Cristo, purificada de errores, divisiones y corrupciones de doctrina, disciplina, adoración y práctica, estará preparada para ser públicamente reconocida por Él como su delicia y su amada. La Iglesia apareció, no con el vestido alegre e impúdico de la madre de las prostitutas, sino con lino fino, limpio y blanco. Son las vestiduras de la justicia de Cristo, imputada para justificación e impartida para santificación. 

Las promesas del evangelio, los dichos verdaderos de Dios, abiertas, aplicadas y selladas por el Espíritu de Dios, en santas ordenanzas, son el festejo nupcial. Esto parece referirse a la abundante gracia y consuelo que recibirán los cristianos en los dichosos días que tienen que venir.

El apóstol ofreció honores al ángel, que los rechazó. Dirigió al apóstol al único objeto verdadero de adoración religiosa: adora a Dios y a Él solo. Esto condena claramente la práctica de los que adoran los elementos del pan y del vino, y santos, y ángeles, y los que no creen que Cristo es verdaderamente, y por naturaleza, Dios, pero le rinden una suerte de adoración. Son reos de idolatría por un mensajero del cielo. Estos son los verdaderos dichos de Dios; del que debe ser adorado como uno con el Padre y el Espíritu Santo.

Apocalipsis 22:10-17  Y me dijo:  No selles las palabras de la profecía de este libro,  porque el tiempo está cerca. El que es injusto,  sea injusto todavía;  y el que es inmundo,  sea inmundo todavía;  y el que es justo,  practique la justicia todavía;  y el que es santo,  santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto,  y mi galardón conmigo,  para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega,  el principio y el fin,  el primero y el último. Bienaventurados los que lavan sus ropas,  para tener derecho al árbol de la vida,  y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán fuera,  y los hechiceros,  los fornicarios,  los homicidas,  los idólatras,  y todo aquel que ama y hace mentira. Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.  Yo soy la raíz y el linaje de David,  la estrella resplandeciente de la mañana. Y el Espíritu y la Esposa dicen:  Ven.  Y el que oye,  diga:  Ven.  Y el que tiene sed,  venga;  y el que quiera,  tome del agua de la vida gratuitamente.

El Señor Jesús habló por el ángel, confirmando solemnemente el contenido de este libro, particularmente de esta última visión. Él es el Señor Dios fiel y verdadero. Además, habló por sus mensajeros, los santos ángeles que le comunicaron a los hombres santos de Dios. Estas son cosas que deben finalizar dentro de poco. Cristo vendrá pronto y pondrá todas las cosas fuera de duda. Y habló por la integridad del ángel que había sido el intérprete del apóstol. Él rehusó aceptar la adoración de parte de Juan y lo reprendió por ofrecerla. Esto presenta otro testimonio contra la adoración idólatra de santos y ángeles. Dios llama a cada uno a dar testimonio de las declaraciones aquí hechas. Este libro, así conservado abierto, tendrá efecto en los hombres: el inmundo y el injusto lo será más; pero confirmará, fortalecerá y santificará más a los que son justos para con Dios.

Nunca pensemos que una fe muerta o desobediente nos salvará, porque el Primero y el Último ha declarado que son bienaventurados solo los que hacen sus mandamientos. Este es un libro que excluye del cielo a todas las personas malas e injustas, en particular las que aman y hacen mentiras, por tanto, en sí mismo [este libro] no puede ser una mentira. No hay punto ni condición intermedios.

Jesús, que es el Espíritu de profecía, ha dado a sus iglesias la luz matutina de la profecía para asegurarles la luz del perfecto día que se aproxima. Todo está confirmado por una invitación general directa a la humanidad a ir y participar libremente de las promesas y de los privilegios del evangelio. El Espíritu, por la palabra sagrada, y por las convicciones e influencias en la conciencia del pecador, dice: Ven a Cristo para salvación; y la novia, o toda la Iglesia, en la tierra y el cielo, dice: Ven y comparte nuestra dicha. Para que ninguno dude, se agrega: El que quiera o esté deseoso, venga y tome del agua de la vida gratuitamente. Que cada uno que oiga o lea estas palabras, desee de inmediato aceptar la invitación de gracia. Están condenados todos los que se atrevan a corromper o a cambiar la palabra de Dios sea agregándole o quitándole.