18.2.12

Dios es un Dios justo y santo

Romanos 1:16  Porque no me avergüenzo del evangelio,  porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;  al judío primeramente,  y también al griego.

El apóstol expresa en estos versículos el propósito de toda la epístola, en la cual plantea una acusación de pecaminosidad contra toda carne; declara que el único método de liberación de la condena es la fe en la misericordia de Dios por medio de Jesucristo y, luego, edifica sobre ello la pureza del corazón, la obediencia agradecida, y los deseos fervientes de crecer en todos esas gracias y temperamentos cristianos que nada, sino la fe viva en Cristo, puede producir.
Dios es un Dios justo y santo, y nosotros somos pecadores culpables. Es necesario que tengamos una justicia para comparecer ante Él; tal justicia existe, fue traída por el Mesías, y dada a conocer en el evangelio: el método de aceptación por gracia a pesar de la culpa de nuestros pecados. Es la justicia de Cristo, que es Dios, la que proviene de una satisfacción de valor infinito. La fe es todo en todo, en el comienzo y en la continuación de la vida cristiana. No es de la fe a las obras como si la fe nos pusiera en un estado justificado y, luego, las obras nos mantuvieran allí, pero siempre es de fe en fe: es la fe que sigue adelante ganándole la victoria a la incredulidad.

Todos los que oyen el evangelio


Hechos 28:28  Sabed,  pues,  que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios;  y ellos oirán.

Pablo persuadió a los judíos acerca de Jesús. Algunos fueron trabajados por la palabra y otros, endurecidos; algunos recibieron la luz, y otros cerraron sus ojos contra ella. Este ha sido siempre el efecto del evangelio. Pablo se separó de ellos observando que el Espíritu Santo había descrito bien el estado de ellos. Todos los que oyen el evangelio, sin obedecerlo, tiemblen ante su sino, porque, ¿quién los sanará si Dios no? -Los judíos razonaron mucho entre ellos, después.

Muchos de los que tienen un gran razonamiento no razonan correctamente. Hallan defectuosas las opiniones de unos y otros, pero no se rinden a la verdad. Ni tampoco los convencerá el razonamiento de los hombres, si la gracia de Dios no les abre el entendimiento. Mientras nos dolemos por los desdeñosos, debemos regocijarnos que la salvación de Dios sea enviada a otros que la recibirán; si somos de ese grupo, debemos estar agradecidos de Aquel que nos ha hecho diferir. El apóstol se adhirió a su principio de no conocer ni predicar otra cosa sino a Cristo, y éste crucificado. Cuando los cristianos son tentados por su ocupación principal, deben retrotraerse con esta pregunta, ¿qué tiene que ver esto con el Señor Jesús? ¿Qué tendencia hay en eso que nos lleve a Él y nos mantenga caminando en Él? El apóstol no se predicaba a sí mismo, sino a Cristo y no se avergonzaba del evangelio de Cristo.

Aunque a Pablo lo pusieron en una condición muy estrecha para ser útil, no se sintió perturbado por ella. Aunque no era una puerta ancha la que se le abrió a él, sin embargo, no toleró que nadie la cerrara; y para muchos era una puerta eficaz, de modo que hubo santos hasta en la casa de Nerón, Filipenses 4:22. También de Filipenses 1:13, aprendemos cómo Dios pasa por alto la prisión de Pablo para el avance del evangelio. Y no sólo los residentes de Roma, sino toda la iglesia de Cristo, hasta el día presente, y en el rincón más remoto del planeta, tienen mucha razón para bendecir a Dios porque él fuera detenido como prisionero durante el período más maduro de su vida cristiana. Fue desde su prisión, probablemente encadenado mano a mano con el soldado que lo custodiaba, que el apóstol escribió las epístolas a los Efesios, Filipenses, Colosenses, y Hebreos; estas epístolas muestran, quizá más que cualesquiera otras, el amor cristiano con que rebosaba su corazón, y la experiencia cristiana con que estaba llena su alma.

El creyente de la época actual puede tener menos triunfo y menos gozo celestial que el apóstol, pero todo seguidor del mismo Salvador está igualmente seguro de estar a salvo y en paz al final. Procuremos vivir más y más en el amor del Salvador; trabajar para glorificarle con toda acción de nuestra vida; y con toda seguridad por su poder, estaremos entre los que ahora vencen a sus enemigos; y por su gracia gratuita y misericordia, en el más allá estaremos en la compañía bendita que se sentará con Él en su trono, así como Él venció y está sentado en el trono de su Padre, a la diestra de Dios para siempre jamás.

Enseñen a los hombres a temer a Dios

Hechos 16:17  Esta,  siguiendo a Pablo y a nosotros,  daba voces,  diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo,  quienes os anuncian el camino de salvación.

Aunque es el padre de las mentiras Satanás, declara las verdades más importantes cuando por ellas puede servir sus propósitos. Mucha maldad hacen a los siervos verdaderos de Cristo los impíos y falsos predicadores del evangelio, que son confundidos con aquellos por los observadores indiferentes. Quienes hacen el bien sacando del pecado a los hombres, pueden esperar ser insultados como alborotadores de la ciudad. Mientras enseñen a los hombres a temer a Dios, a creer en Cristo, a abandonar el pecado y llevar vidas santas, serán acusados de enseñar malas costumbres.

Dios había guardado la vida

Hechos 13:47  Porque así nos ha mandado el Señor,  diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles,

Los judíos se oponían a la doctrina que predicaban los apóstoles y, cuando no pudieron hallar qué objetar, blasfemaron a Cristo y su evangelio. Corrientemente los que empiezan por contradecir, terminan por blasfemar. Cuando los adversarios de la causa de Cristo son osados, sus abogados deben ser aun más atrevidos. Mientras muchos no se juzgan dignos de la vida eterna, otros que parecen menos probables, desean oír más de la buena nueva de la salvación.
Esto es conforme a lo que fue anunciado en el Antiguo Testamento. ¡Qué luz, qué poder, qué tesoro trae consigo este evangelio! ¡Cuán excelentes son sus verdades, sus preceptos, sus promesas! Vinieron a Cristo aquellos a quienes trajo el Padre, y a quienes el Espíritu hizo el llamamiento eficaz, Romanos 8:30. Todos los que estaban ordenados para la vida eterna, todos los que estaban preocupados por su estado eterno y querían asegurarse la vida eterna, todos ellos creyeron en Cristo, en quien Dios había guardado la vida, y es el único Camino a ella; y fue la gracia de Dios que la obró en ellos.
Bueno es ver que mujeres devotas nobles; mientras menos tengan que hacer en el mundo, más deben hacer por sus propias almas, y las almas del prójimo, pero entristece que ellas traten de mostrar odio a Cristo bajo el matiz de la devoción a Dios. Mientras más nos deleitemos con las consolaciones y exhortaciones que hallamos en el poder de la santidad, y mientras más llenos estén nuestros corazones con ellos, mejor preparados estamos para enfrentar las dificultades de la profesión de santidad.

la gran verdad que había que predicar.

Hechos 13:26  Varones hermanos,  hijos del linaje de Abraham,  y los que entre vosotros teméis a Dios,  a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.

Cuando nos reunimos para adorar a Dios debemos hacerlo no sólo con oración y alabanza, sino para leer y oír la palabra de Dios. No basta con la sola lectura de las Escrituras en las asambleas públicas; ellas deben ser expuestas y se debe exhortar a la gente con ellas. Esto es ayudar a que la gente haga lo necesario para sacar provecho de la palabra, para aplicarla a sí mismos.
En este sermón se toca todo cuanto debiera convencer de la mejor manera a los judíos para recibir y abrazar a Cristo como el Mesías prometido. Toda opinión, no importa cuán breve o débil sea, sobre los tratos del Señor con su Iglesia, nos recuerda su misericordia y paciencia, y la ingratitud y perversidad del hombre.
Pablo va desde David al Hijo de David, y demuestra que este Jesús es su Simiente prometida; el Salvador que hace por ellos, sus peores enemigos, lo que no podían hacer los jueces de antes, para salvarlos de sus pecados. Cuando los apóstoles predicaban a Cristo como el Salvador, distaban mucho de ocultar su muerte, tanto que siempre predicaban a Cristo crucificado.
Nuestra completa separación del pecado la representa el que somos sepultados con Cristo. Pero Él resucitó de entre los muertos y no vio corrupción: esta era la gran verdad que había que predicar.

El nombre de Jesús es dado a los hombres

Hechos 4:12  Y en ningún otro hay salvación;  porque no hay otro nombre bajo el cielo,  dado a los hombres,  en que podamos ser salvos.

Estando lleno del Espíritu Santo, Pedro deseaba que todos entendieran que el milagro había sido obrado en el nombre y el poder de Jesús de Nazaret, el Mesías, al que ellos habían crucificado; y esto confirmaba el testimonio de su resurrección de entre los muertos, lo cual probaba que era el Mesías. Estos dirigentes debían ser salvados por ese Jesús al que habían crucificado o perecer por siempre. El nombre de Jesús es dado a los hombres de toda edad y nación, porque los creyentes son salvos de la ira venidera solo por Él. Sin embargo, cuando la codicia, el orgullo o cualquier pasión corrupta reina por dentro, los hombres cierran sus ojos y cierran sus corazones, con enemistad contra la luz, considerando ignorantes e indoctos a todos los que desean no saber nada si no es Cristo crucificado. Los seguidores de Cristo actuarán en esa forma para que todos los que hablen con ellos, sepan que han estado con Jesús. Esto los hace santos, celestiales, espirituales y jubilosos, y los eleva por encima de este mundo.

volveremos a tener sed

Juan 4:22  Vosotros adoráis lo que no sabéis;  nosotros adoramos lo que sabemos;  porque la salvación viene de los judíos.

Había mucho odio entre samaritanos y judíos. El camino de Cristo desde Judea a Galilea pasaba por Samaria. No debemos meternos en lugares de tentación, sino cuando debemos y, entonces, no debemos permanecer en ellos, sino apresurarnos a pasar por ellos.
Aquí tenemos a nuestro Señor Jesús sujeto a la fatiga normal de los viajeros. Así vemos que era verdadero hombre. El trabajo agotador vino con el pecado; por tanto, Cristo, habiéndose hecho maldición por nosotros, estuvo sujeto a ella. Además, era pobre y realizó todos sus viajes a pie. Cansado, pues, se sentó en el pozo; no tenía un cojín donde descansar. De este modo se sentó, como se sienta alguien cansado de viajar. Con toda seguridad debemos someternos rápidamente a ser como el Hijo de Dios en cosas como esas.
Cristo pidió agua a la mujer. Ella se sorprendió porque Él no demostró la ira de su nación contra los samaritanos. Los hombres moderados de todas partes son los hombres que asombran. Cristo aprovechó la ocasión para enseñarle cosas divinas: Convirtió a esta mujer demostrándole su ignorancia y pecaminosidad y su necesidad de un Salvador. Se alude al Espíritu con el agua viva. Con esta comparación se había prometido la bendición del Mesías en el Antiguo Testamento. Las gracias del Espíritu y sus consolaciones satisfacen el alma sedienta que conoce su propia naturaleza y necesidad.
Lo que Jesús dijo figuradamente, ella lo entendió literalmente. Cristo señala que el agua del pozo de Jacob daba una satisfacción de breve duración. No importa cuáles sean las aguas de consolación que bebamos, volveremos a tener sed. Pero a quien participa del Espíritu de gracia, y del consuelo del evangelio, nunca le faltará lo que dará abundante satisfacción a su alma. Los corazones carnales no miran más alto que las metas carnales. Dame, dijo ella, no para que yo tenga la vida eterna, propuesta por Cristo, sino para que no tenga que venir más aquí a buscar agua.
La mente carnal es muy ingeniosa para cambiar las convicciones e impedir que apremien, pero ¡nuestro Señor Jesús dirige muy certeramente la convicción de pecado a la conciencia de ella! La reprendió severamente por su presente estado de vida.
La mujer reconoció que Cristo era profeta. El poder de su palabra para escudriñar el corazón y convencer de cosas secretas a la conciencia es prueba de autoridad divina.
Pensar que desaparecen las cosas por las que luchamos debiera enfriar nuestras contiendas. El objeto de adoración seguirá siendo el mismo, Dios, como Padre, pero se pondrá fin a todas las diferencias sobre el lugar de adoración. La razón nos enseña a considerar la decencia y la conveniencia en los lugares de nuestro servicio de adoración, pero la religión no da preferencia a un lugar respecto de otro en cuanto a la santidad y la aprobación de Dios.
Los judíos tenían, por cierto, la razón. Quienes han obtenido cierto conocimiento de Dios por las Escrituras, saben a quién adoran. La palabra de salvación era de los judíos. Llegó a otras naciones a través de ellos. Cristo prefirió, con justicia, la adoración judía antes que la samaritana, pero aquí habla de lo anterior como algo que pronto se terminará. Dios estaba por ser revelado como el Padre de todos los creyentes de toda nación. El espíritu o alma del hombre, influido por el Espíritu Santo, debe adorar a Dios y tener comunión con Él. Los afectos espirituales, como se demuestran en las oraciones, súplicas y acciones de gracia fervorosas, constituyen la adoración de un corazón recto, en el cual Dios se deleita y es glorificado.
La mujer estaba dispuesta a dejar la cuestión sin decidir hasta la venida del Mesías, pero Cristo le dijo: Yo soy, el que habla contigo. Ella era una samaritana extranjera y hostil; el sólo hablar con ella era considerado como desprestigio para nuestro Señor Jesús. Sin embargo, nuestro Señor se reveló a esta mujer con más plenitud de lo que había hecho con cualquiera de sus discípulos. Ningún pecado pasado puede impedir que seamos aceptados por Él, si nos humillamos ante Él, creyendo en Él como el Cristo, el Salvador del mundo.

El que quiere conocer a Cristo

Lucas 19:9  Jesús le dijo:  Hoy ha venido la salvación a esta casa;  por cuanto él también es hijo de Abraham.

Los que, como Zaqueo, desean sinceramente ver a Cristo, vencerán cualquier obstáculo y se esforzarán para verlo.
Cristo ofrece visita a la casa de Zaqueo. Donde Cristo va, abre el corazón y lo inclina a recibirlo. El que quiere conocer a Cristo, será conocido de Él. Aquellos a quienes Cristo llama, deben humillarse y descender. Bien podemos recibir con gozo al que trae todo lo bueno consigo. Zaqueo públicamente dio pruebas de haber llegado a ser un verdadero convertido. No busca ser justificado por sus obras como el fariseo, pero por sus buenas obras demostrará la sinceridad de su fe y el arrepentimiento por la gracia de Dios.
Zaqueo es considerado feliz, ahora que se volvió del pecado a Dios. Ahora que es salvo de sus pecados, de su culpa, del poder de ellos, son suyos todos los beneficios de la salvación. Cristo ha venido a su casa, y donde Cristo va, lleva consigo la salvación. Vino a este mundo perdido a buscarlo y salvarlo. Su objetivo era salvar, donde no había salvación en ningún otro. Él busca a los que no lo buscan y ni preguntan por Él.

los efectos del arrepentimiento.

Lucas 3:6  Y verá toda carne la salvación de Dios.

El alcance y designio del ministerio de Juan eran llevar al pueblo desde sus pecados a su Salvador. Vino a predicar, no una secta ni un partido político, sino una profesión de fe; el signo o ceremonia era el lavamiento con agua. Por las palabras aquí empleadas, Juan predicó la necesidad del arrepentimiento para la remisión de pecados, y que el bautismo de agua era una señal externa de la purificación interna y la renovación del corazón que acompaña, o son los efectos del arrepentimiento verdadero y profesión de arrepentimiento. Aquí en el ministerio de Juan está el cumplimiento de las Escrituras, Isaías 40:3. Cuando en el corazón se hace camino para el evangelio, abatiendo a los pensamientos altivos y llevándolos a la obediencia de Cristo, allanando el alma y eliminando todo lo que nos estorbe en el camino de Cristo y de su gracia, entonces se efectúan los preparativos para dar la bienvenida a la salvación de Dios.
Aquí hay advertencias y exhortaciones generales que dio Juan. La culpable raza corrupta de la humanidad llegó a ser una generación de víboras; odiaban a Dios y se odiaban unos a otros. No hay manera de huir de la ira venidera, sino por el arrepentimiento, y el cambio de nuestra conducta debe demostrar el cambio de nuestra mentalidad. Si no somos realmente santos, de corazón y de vida, nuestra profesión de religión y relación con Dios y su Iglesia, no nos servirá para nada en absoluto; más penosa será nuestra destrucción si no damos frutos dignos de arrepentimiento.
Juan el Bautista dio instrucciones a varias clases de personas. Los que profesan y prometen arrepentimiento deben demostrarlo por su reforma, según su ocupación y su condición. El evangelio requiere misericordia, no sacrificio; y su objetivo es comprometernos a todos a hacer todo el bien que podamos, y a ser justos con todos los hombres. El mismo principio que lleva a los hombres a renunciar a las ganancias injustas, los lleva a restaurar lo ganado en mala forma.
Juan dice su deber a los soldados. Se debe advertir a los hombres contra las tentaciones de sus empleos. Las respuestas declaran el deber presente de los que preguntaban y, de inmediato, se constituían en una prueba de su sinceridad. Como nadie puede o quiere aceptar la salvación de Cristo sin arrepentimiento verdadero, así se señalan aquí la evidencia y los efectos del arrepentimiento.

He aquí una confesión de su fe

Lucas 2:30  Porque han visto mis ojos tu salvación,

El mismo Espíritu que proveyó para sostener la esperanza de Simeón, proveyó para su gozo. Los que desean ver a Cristo deben ir a su templo. He aquí una confesión de su fe, que el Niño que tiene en sus brazos era el Salvador, la salvación misma, la salvación planificada por Dios. Se despide de este mundo. ¡Cuán pobre le parece este mundo al que tiene a Cristo en sus brazos, y la salvación a la vista! Véase aquí, cuán consoladora es la muerte de un hombre bueno; se va en paz con Dios, en paz con su conciencia, en paz con la muerte. Los que dieron la bienvenida a Cristo, pueden dar la bienvenida a la muerte.
José y María se maravillaban antes las cosas que se decían del Niño. Simeón les muestra igualmente cuánta razón tenían para regocijarse con temblor. Aún se habla contra Jesús, su doctrina y su pueblo; aún se niega y blasfema su verdad y su santidad; su palabra predicada sigue siendo la piedra de toque del carácter de los hombres. Los buenos afectos secretos de las mentes de algunos, serán revelados al abrazar a Cristo; las corrupciones secretas de los demás serán reveladas por su enemistad con Cristo. Los hombres serán juzgados por los pensamientos de sus corazones en relación a Cristo. Él será un Jesús sufriente; su madre sufrirá con Él debido a la cercanía de la relación y el afecto de ella.

El evangelio es conocimiento

Lucas 1:77  Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados,

Zacarías pronuncia una profecía acerca del reino y la salvación del Mesías. El evangelio trae luz consigo: en él alborea el día. En Juan el Bautista empezó a alborear y su luz fue en aumento hasta que el día fue perfecto. El evangelio es conocimiento; muestra aquello en lo cual estábamos completamente en tinieblas; es para dar luz a los que se sienten a oscuras, la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Revive; trae luz a los que se sientan en sombra de muerte, como prisioneros condenados en la mazmorra. Guía, encamina nuestros pasos por el camino de paz, a ese camino que nos traerá la paz al fin, Romanos 3:17. Juan dio pruebas de fe firme, afectos fuertes y piadosos y de estar por encima del miedo y del amor al mundo. Así, él maduró para el servicio, pero llevó una vida retirada, hasta que salió a escena, abiertamente, como el precursor del Mesías. Sigamos la paz con todos los hombres, y procuremos la paz con Dios y con nuestras propias conciencias. Si es la voluntad de Dios y vivamos desconocidos para el mundo, aún así busquemos diligentemente crecer firmes en la gracia de Jesucristo.