22.3.10

Reflexión: Madurez



Dios desea que madure en mi relación personal con Él...


La meta de Dios nuestro Señor es que desarrollemos
las características del carácter de Cristo.
El crecimiento no es automático.
Éste requiere un compromiso voluntario.


Debemos desear crecer, decidir crecer y esforzarnos por
crecer y buscarlo con persistencia.


El primer paso en nuestro crecimiento espiritual empieza al
cambiar nuestra manera de pensar.


Esto tiene dos facetas: La primera parte se refiere
en renunciar a los pensamientos inmaduros que son egoístas.


La segunda parte, para pensar como Jesús consiste en que empecemos
a reflexionar con madurez enfocándonos en otros y no en
nosotros mismos.


Padre Celestial dame la fortaleza y voluntad para comprometerme
a crecer y madurar en mi manera de pensar.
Revélame todos aquellos pensamientos inmaduros que son egoístas
y estorban en mí relación contigo.
Ayúdame a enfocar mi atención en las necesidades del prójimo para
ser una extensión de tu amor y gracia.
Revélame toda aquella rutina que va en contra de mi crecimiento
para abandonarla y forja en mí nuevos hábitos que me ayuden a
ser semejante a Cristo.


"Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir
y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que es grato, lo que es perfecto." Romanos 12:2 (DHH).